viernes, 23 de mayo de 2008

Razzmataz 2 - PASE A LA FINAL

Será la final del comienzo, no? Ahora te digo una cosa, como no empieces a regalar entradas a tus colegas....jaajajjajaja

Algunas fotillos!!!

Como me mola esta foto!!!









Uno de sus fans...



El sonido y la sala, nada que ver con el concierto anterior, sonaron de p.m.
...a todo esto Bello, tanta final... qué es lo que ganaréis en el supuesto de que quedéis primeros?
Porque las que quedaron ayer las primeras, eran unas adolescentes que llevaron a toda su clase...
Cuando es la final?

Cuenta, cuenta!!!!

Un abrazo!
FELICIDADES BRANA!!!!!


No pudimos estar allí como otras veces todos/as para verlos pero prueba de su gran éxito ya reconocido es la expectación que despiertan ante los medios de comunicación...

AQUI ESTA LA PRUEBAA, , JEJEJE POR TODAS BRANAAAA!!!

Quien fue al concierto de BRANA???

Si queréis saber el resultado mirar el vídeo...

Esta tarde si puedo, colgaré algunas fotos

domingo, 18 de mayo de 2008

Perfectamente imperfecto.


Estoy averiado, mal acabado, perfectamente imperfecto despierto, levanto los párpados lenta y tortuosamente y me someto a la realidad cotidiana que tanto maldigo. Me levanto con el pie izquierdo y me escondo de los espejos que me escupen bocaditos de realidad. Casi Jesucristo soy, bordeando los 33 me encuentro inmaduro, cercano del suelo me arrastro por las baldosas indecorosas, soy un ente luminoso a ratos, oscuro y siniestro a menudo. Me siento en la taza del váter y me sumerjo en sus aguas traslucidas, buceo entre mares aún impolutos cuando todavía no ha se ha roto la madrugada. Escucho vómitos que proceden del piso de arriba. “Te sobró un cubata” –pienso y sonrío- De repente me encuentro feliz con las desgracia del inquilino colindante, cuan miserable soy en ocasiones, me sorprendo y me sumerjo en la mediocridad, saboreo los patéticos sinsentidos del ser humano. Son décimas de esta sobrada imperfección ya mencionada que emana de la Caja de Pandora de los pecados capitales, de la miseria humana más recóndita y malévola. Un último esfuerzo y remató la faena fecal que me ocupa, me giro hacia el suministrador de papel y me doy cuenta que no queda papel (mierda retórica). Esto es demasiado escatológico, me higienizo como puedo entre risitas histéricas (las mías) y arcadas (las del vecino).
Segundo paso, una ducha de pelo, piel y pensamientos. Es el mejor momento, me meso los cabellos y mi mente evasiva me proyecta a los días de vino y rosas, cuando nos duchábamos juntos y asíamos nuestras cabelleras como una enredadera. Reíamos divertidos, todo correcto, todo perfectamente imperfecto. Me invade una nostalgia infinita que finaliza en un temblequeo de piernas. Me siento en el plato de la ducha y sollozo como un niño, hecho un ovillo, como un recién nacido que solo encuentra alivio en los lloros desconsolados, aún así no encuentro consuelo ni bálsamo alguno. Me descubro en posición fetal, no se cuanto tiempo ha pasado ni cuantas lágrimas han caído, es domingo, no importa nada, no importa nadie. Soy, una vez más, egoísta e inseguro, ¿qué os creíais?
Una vez mal vestido y pésimamente desayunado bajo rodando las escaleras y acabó en la calle. Sentado en la acera un perro me mira curioso con sus ojitos minúsculos y indiscretos y hace ademán de mearse encima mío. Me aparto como puedo maldiciéndole mientras la dueña del perro me ningunea con su mirada ojeriza. “No estoy a la altura de un fox terrier de pedigrí” pienso rabioso. Me dan ganas de matar a la dueña poco a poco, con saña, recreándome en sus graznidos. El perro, por ende, también morirá. La dueña del perro adivina mis intenciones y huye con “Titán”. Lástima.
El sol aprieta y castiga duramente mi respiración, mi caminar se torna pausado, casi al ralentí. Prácticamente no levanto los píes del suelo y piso heces caninas de fox terrier con pedigrí. Levanto la cabeza y súbitamente me encuentro un testigo de Jehová con cabeza de serpiente y lengua bífida que me intenta convencer de las ventajas de convertirme a su religión. Viste de punta en blanco con traje de Armani y huele a pachulí. No suda, no transpira, es un extraterrestre que pretende abducirme para llevarme a su platillo volante y hacerme todo tipo de vejaciones sobre una mesa camilla gélida y vítrea. Me rebelo rabioso, le escupo, le insulto, le pateó su cabeza de serpiente y de ella emana un líquido verde, viscoso, asqueroso. Huyo corriendo como alma que lleva el Diablo, pero es demasiado tarde, he recibido un mordisco en la yugular al dejarme llevar por el entusiasmo de la paliza. A mi vecino le sobró un cubata, a mi una patada en su cabeza de serpiente bífida.
Tengo sudores fríos y fuertes retortijones de barriga. Empiezo a creer en Dios y me rebeló contra ese pensamiento pueril, cada vez menos. Miro a los niños y siento ganas de abrazarlos y de explicarles el evangelio de cabo a rabo. ¿Qué me está pasando? Soy bueno, no cruzan mi cerebro pensamientos negativos ni pusilánimes. No pienso en ti, ni en ti tampoco.
Me paró delante de un escaparate y me enamoro de un traje de Armani (temporada 2008-2009). Hablo con la dependienta que me mira con esa carita de conejo desdentada. No hay pensamientos impuros aunque noto que mi lengua se está tornando bífida y su pechos magnolias. Le pido que me acompañe al probador y observo atónito mi cabeza de serpiente, me siento mejor ahora, tan verde, tan cabrón, tan hueco de remordimientos.
La dependienta con cara de conejo se abre como una flor en una primavera aún virgen, la poseo salvajemente, sin un ápice de maldad. Solo con fines reproductivos. Soy perfecto, no tengo imperfecciones ahora que soy una serpiente bífida testigo de Jehová.
Salgo a la calle con mi traje recién adquirido y mi olor a pachulí barato. Ni un resquicio de sudor en mis axilas, ni un aspaviento de rencor, ni un además egoísta.
Inhalo el aire que entra por bocanadas en mis orificios nasales. Hay más flores que antes en los balcones, la gente es más feliz y yo, con mi evangelio bajo el brazo, soy el rey del mambo. He dejado de ser humano, ya no existes en mis pensamientos, he hecho un reset y he reiniciado mi sistema operativo. Empieza una nueva era, la era de la perfección.

Despierto cabeza abajo y entre mares de sudores. Hay restos de porro y setas en la habitación. Miro el reloj, da igual, es domingo. Me arrastro por las baldosas, me miro al espejo (no soy bífido), defeco (no hay papel), me ducho (el vecino vomita). Río histéricamente y pienso en ti. Tiemblo y me pongo de cuclillas. Soy humano, de nuevo miserablemente humano. Veo tu rostro angelicalmente idealizado en el espejo, tu fotografía se clava en mi mente de nuevo. La abrazo. Te quiero, joder, aún te quiero y hoy me duele más que ayer. Perfectamente imperfecto.

viernes, 16 de mayo de 2008

PEP

Todos los asientos del metro estaban ocupados. La gente se ajustaba en las esquinas y en los laterales del vagón. “Misión Imposible” sonaba en mi reproductor.

Buscaba la barra en la que me impulsaría para salir rompiendo la ventana antes de que descarrilara… salvaría la chica rubia del otro extremo del vagón… mierda, se ha acabado la canción… ni salto por la ventana ni rubia.

Cuando sonaban las primeras notas de la siguiente pista advertí una presencia cercana por babor. Ejercitando mi extraordinario ángulo visual panorámico podía distinguir como alguien se acercaba a mí y me observaba de lado. 30, 20, 10 centímetros… esto era atracción. Tras unos segundos de pausa y como si se tratase de una revelación divina o un placer pasajero que no quieres retener… el hombre dijo:

- Pep Guardiola -

Y giró de nuevo su rostro en busca de mi reacción.

Mi maniobra, así como la de todos los que nos rodeaban fue unánime. Giramos la cabeza buscando el origen de esas palabras y al encontrarlo buscamos el motivo de las mismas… en la mayoría de los casos sin suerte. Al ver que había metido la pata, nuestro amigo miope se alejo disimuladamente para cambiarse de vagón dejando a más de un pasajero también con dudas sobre su miopía.

martes, 6 de mayo de 2008

5 CONSEJOS PARA FOTOGRAFIAR EL AMANECER EN LA PLAYA

1. Déjatelo todo listo la noche anterior.

Estos son los síntomas si no has realizado este punto correctamente:

- Entras 10 veces en la misma habitación, a por los pantalones cortos, el trípode, la bolsa, la cámara, la funda de la cámara, el cable de descarga de la cámara...

- Cuentas y recuentas si lo llevas todo, las llaves el coche, las llaves de casa, el móvil, el Pc... coño! la cámara!

- Y lo más significativo... llegarás al parking y te darás cuenta que te has dejado la toalla :-s

2. Llévate una linterna.

Para fotografiar el amanecer, es aconsejable llegar con antelación al lugar escogido. Eso significa que si aún no ha salido el sol... no hay luz. Al menos hasta que inventen rocas rompeolas fluorescentes.

Estos son los síntomas si no has realizado este punto correctamente:

- No verás un pijo.

3. Hazte con una tarjeta de memoria con mucha capacidad.

Cuando el sol asoma por el horizonte cada segundo es clave y puedes ver entre foto y foto como el sol va alzándose rápidamente. Cada segundo pasado es una foto perdida. Así pues necesitas estar preparado y con una tarjeta que te permita no preocuparte de la memoria porque harás muchas fotos (más aún si necesitas una calidad considerable).

Estos son los síntomas si no has realizado este punto correctamente:

- Te cagas en las rocas y en su put@#~~#€ cada vez que tienes que salir corriendo a descargar las fotos al Pc (que tienes guardado en el maletero del coche).

- Te das cuenta que por mucho que saltes e intentes animar al put|@#~ windows para que acelere la descarga de las fotos, el windows te ignora (recomendable llevar un ordenador de la NASA para acelerar el proceso).

- Te Re-cagas en las mismas rocas de vuelta.

4. Llévate más de una toalla.

Has de tener en cuenta que acabarás sacándote la chaqueta, dejarás la bolsa de la cámara en el suelo (arena, roca...), trípode, en algún momento la cámara... y harás fotos a nivel de suelo. Una vez allí te darás cuenta que "...no hay espacio para todos en esta toalla...".

Estos son los síntomas si no has realizado este punto correctamente:

- Si te haces el machote y eres tu el que se queda sobre la toalla, luego el resto de objetos te harán recordar que han estado en la arena. Si por el contrario cedes... te acuerdas tu solo.

5. Alquila un traje de neopreno (el más importante).

La playa se compone de un 10% de arena y un 90% de mar... (Sólo esto ya debería de valerte) pero si a esto le añades que quieres fotografiar un libro en la orilla, como si el mar lo hubiese posado en la arena... corres el riesgo que el propio mar quiera recuperarlo.

Estos son los síntomas si no has realizado este punto correctamente:

- Puedes ver incrédulo como el mar decide empezar a aprender Alemán y se lleva el libro ("El Mar es sabio", dicen algunos, como mínimo le gustan los idiomas)... entonces esta bien que lleves puesto el traje. En su defecto deberás sacarte el calzado, los pantalones y salir corriendo desesperadamente hacía el mar viendo como el libro te dice adiós con una de sus empapadas hojas. Como "Aprender Alemán es fácil" no hace ningún tipo de esfuerzo por volver a la orilla, eres tu el que tienes que darte prisa si no quieres acabar nadando en toda regla... entonces te acuerdas de una variante del primer síntoma del punto 3. ("Te cagas en las rocas y en su put@#~@ cada vez que tienes que salir corriendo...") ... esta vez en las submarinas.

Desde el paseo se detienen 3 señoras mayores que ven como hoy, en su paseo diario, ven a un tipo con las manos en alto, gritando y haciendo chiquito, con el agua hasta la cintura, sin meta aparente...

Una vez lo alcanzas... te acuerdas de la variante del tercer síntoma del punto 3 ("Te Re-cagas en las mismas rocas de vuelta").

Al llegar a la orilla, dejas el libro en la arena, lejos del alcance del mar por sí le ha quedado algún capítulo sin leer y buscas a Pamela Anderson para que te reanime de cintura para abajo... ... ... ... ... cuando aceptas que no va aparecer empiezas a botar y a correr por la playa para entrar en calor. Rápidamente vuelves a las fotos porque el sol no te ha esperado...

Desde ese momento es recomendable ir moviendo los dedos de los pies y de vez en cuando volverte para contarlos y asegurarte que siguen ahí.

La sesión fotográfica acaba cuando el temblor de las manos hace que el libro quede fuera de la foto.

P.D: Llega un momento que el agua esta más caliente que tus pies... a modo de recuperación, aconsejo volver a meterlos en el agua y posteriormente caminar un poco por el paseo para volver a sentirlos.

jueves, 1 de mayo de 2008

INSÓLITO

Adivina donde pasó esto...



y quien dijo:

"Me se saltan las lágrimas, después de dejar medio kilo aki!!"


Nos vemos!