domingo, 6 de enero de 2008

LINEA 5

Fue un amor efímero, como un cigarrillo que se consume en unos labios viciados de nicotina. Ella se subió en Sagrada Familia, Línea 5, yo me apeé en Badal. Fueron siete paradas y diez minutos y medio de amor en plenitud. Tenía la tez morena y una larga melena ondulada moldeada por espuma fijadora. Probablemente se llamaba Silvia, digamos que era así. El vagón estaba a tutiplé y entre Silvia y yo no habría menos de doce o trece personas, incluyendo tres paquistaníes, dos adolescentes ecuatorianos, una familia oriental al completo y un marroquí desarrapado. Su mirada era encantadora y misteriosa a la vez. Aquellas pupilas grandes y oscuras se clavaron como dos yagas envenenadas en mis retinas, y quedé sumido en un letargo eterno que duró diez minutos y medio. Era mi historia de amor, intensa y cierta, plena de sentimientos y sensaciones a flor de piel. Como el sueño de una noche de verano, donde visitamos países exóticos, compartimos un sinfín de rojizos crepúsculos y de noches de escandaloso amor, desparramando besos y sentidas caricias por avenidas y plazas, hasta rozar con la yema de los dedos la panacea de la perseguida felicidad.
Cuando nos interrumpió la maldita voz en off del metro que farfulló aquello de “Propera parada Badal” nuestro amor era tan intenso que parecía que llevásemos toda una vida juntos. Y aquella tarde aprendí que el amor no se mide por el tiempo ni por los recuerdos, que sólo es un fugaz pero intenso viento frío que nos pega en la cara dejándonos para siempre una gran muesca en el alma
No dejé de mirar a Silvia hasta que perdí por completo de vista el último vagón, y en la soledad del andén, y en la quietud de las cosas que me rodeaban, sentí una sensación de ahogo en el pecho que sólo sació un llanto desesperado. Una vez acumulé fuerzas suficientes me dirigí lentamente y arrastrando los píes hacia la salida. Toda mi ropa olía a ella, a su embriagador perfume, atesorando el sabor perpetuo de sus besos en el paladar. Vencido por el cansancio Morfeo me engañó más de una luna y desperté de otro sueño que aunque no fue tan bonito si que fue reparador.
Ahora vuelvo a estar preparado para nuevas aventuras, si me queréis encontrar buscadme en la Línea 5, entre Badal y Sagrada Familia (o viceversa).

8 comentarios:

Àlex B. dijo...

Quique no te rayes, conozco a Silvia y se donde vive y no vale la pena...
son todas unas....
perdón!

Marcos dijo...

las tías son unas ... solo les va el sexo, alcol, drogas y farra!!

Muy bueno Quique!

Anónimo dijo...

"las tías son unas ... solo les va el sexo, alcol, drogas y farra!!"


QUE VIVAN LAS TIAS!!!!

Anónimo dijo...

Si, soy puta y mi coño lo disfruta. Respecto a lo de tía, estoy en ello.
Ah!!! y me bajé en la siguiente que iba a trabajar en esos benditos descampados de ese maldito campo.

Anónimo dijo...

Soy Vanessa, oye Silvia, eres una guarra, si me vuelves a birlas a los clientes y a usurparme mi zona te quito el rimel con espátula.

Anónimo dijo...

Cúanto más conozco a las tias más me gusta mi Nerón ...
Viva Quique!!!!!!!!!!!

Anónimo dijo...

Que coño pasa? LAS TIAS NO SON NINGUNAS PUTAS, lo que pasa es que vuestro cerebro unineuronal no puede asimilar la capacidad intelectual que tenemos nosotras ni nuestra compleja manera de ver el mundo. EL PROBLEMA LO TENEIS VOSOTROS que solo pensaís con la segunda neurona que teneis y que por cierto su situación está en la polla.

En busca de la felicidad dijo...

Yo soy una chica que esta traumatizada porque mi novio se sintio al principio obligado a ir de putas y luego fue unas 4 veces mas y lo dejó. Solo quiero entender que le hizo hacer semejante locura. Eso lo hizo años antes de que yo le conociera pero me gustaaria saber que satisfacción gana con eso, porque el no es un pervertido ni nada parecido. Y ahora no me atrevo a hacer cosas eroticas o passadas de raya con el porque entonces me siento como si yo fuera una mas aunque no sea verdad. Yo le amo pero no quiero que el me vea de otra forma, necessito que alguien me aconseje porque estoy hecha un lio.Ademas a veces me gustaria preguntarle que hizo pero creo que no tendria que saberlo y puede que me lleve otro trauma.