martes, 11 de agosto de 2009

Por si a alguno de nosotros lo habiamos olvidado y nos creemos lo contrario, un poco de autoestima no esta mal...

"Me gustan los catalanes porque a lo largo de su historia acogieron eintegraron a íberos, fenicios, cartagineses, griegos, romanos, judíos,árabes y toda clase de charnegos y sudacas, sin conocer los problemas queafectan ahora a Francia; es un ejemplo.Me gustan los catalanes porque ya el 7 de abril de 1249 el rey Jaime Inombró a cuatro prohombres de Barcelona (los paers) para dirimir losconflictos de la ciudad sin violencias ni reyertas. Esos hombres sabios, quepasaron a cien en 1265 (el Consell de Cent), iniciaron el sistema delgobierno municipal de Barcelona. Gracias a ellos reinó allí la concordia, yantes de empuñar las armas refirieron siempre emplear la razón.Me gustan los catalanes porque en toda su historia no han ganado ni una solaguerra, y encima les da por conmemorar como fiesta nacional una de lasbatallas que perdieron en 1714 a manos de las tropas de Felipe V de Borbón.Cataluña había dejado de ser una nación soberana.Desde entonces, cada 11 deseptiembre muchos catalanes y catalanas, como hay que decir ahora, semanifiestan para reclamar sus libertades.Me gustan las catalanas porque una de ellas, joven y bien plantada porcierto, no vaciló en pegarse a mi espalda durante cuatro días en el asientotrasero de una Vespa cuando recorrí la península en pos de Prisciliano.Me gustan los catalanes porque tienen de emblema un burro tenaz, trabajadory reflexivo, muy alejado del toro ibérico cuyas bravas y ciegas embestidaslo abocan a la muerte. Estos animales son de una raza registrada, protegida,y prolíferos sementales. Al igual que el cava, se exportan a numerosospaíses para mejorar la especie autóctona, como a Estados Unidos, dondecrearon el Kentucky-catalan donkey. Y allí no piensan, ni mucho menos, enboicotearlos.Cierto es que en el carácter catalán confluyen las virtudes del asno. Perolos rasgos diferenciales no se limitan a los de este cuadrúpedo. Lapoblación catalana se define por una doble característica: el seny y larauxa . El seny implica sabiduría, juicio mesurado y sentido común. Teníaseny aquel catalán que iba en un compartimiento de un tren al lado de laventanilla. Tiritaban de frío y los otros pasajeros le pidieron que lasubiera: «Es igual», contestó a varias solicitudes, hasta que un mesetero selevantó furioso y alzó la ventanilla... ¡cuyo cristal estaba roto! «Esigual», volvió a repetir el buen hombre con toda su santa cachaza.. Al senyle responde la rauxa, asimilable a la ocurrencia caprichosa, la boutade(frase ingeniosa y absurda). Cuando de joven el surrealista Dalí iba en elmetro y veía a un cura con sotana, le decía: «Siéntese, señora».La alianza de estas dos facetas en un solo individuo forma el caráctercatalán, que se comunica, se comparte y se aprecia. El otro día al regresara París en avión desde Barcelona quise ayudarle a un pasajero, dada laexigüidad del espacio, a ponerse el abrigo: «No, por favor, no se moleste,que bastante trabajo me cuesta a mí sólo».Me gusta Cataluña porque allí, según Arcadi Espada, don Quijote recobró larazón, sin duda contagiado por el seny. Me hubiera dado mucha pena que elIngenioso Caballero muriera loco. Me gusta Cataluña en fin y sobre todoporque uno de mis hijos eligió su capital para vivir en ella por ser unaciudad abierta, tolerante y discreta.

*Firmado:*Ramón Chao, músico, escritor y periodista, Caballero de las Artes y lasletras por el Gobierno Francés. Y padre del cantante Manu Chao

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